Uno de los primeros conocimientos que adquirí al acercarme al mundo del yoga, son las palabras de Patanjali ‘Yoga citta vrtti nirodaha’ provenientes del segundo Sutra del primer Pada de “Los yoga sutras de Patanjali”, que se traduce generalmente como El yoga es el cese de las fluctuaciones de la mente. Este conocimiento me ayudó a crear conciencia en mis pensamientos, me permitió notar el constante ruido que tenía en mi cabeza, el cual pensaba que era parte de mí, y que ahora parecía que podía aquietarse.
El yoga se ha convertido rápidamente en una herramienta clave en este proceso, ya que contribuye constantemente a mejorar mi capacidad de concentración y a calmar mis pensamientos. El yoga me da la posibilidad de conectarme conmigo misma, reconociendo en mí la capacidad no solo de cultivar energía sino también de dirigirla a un propósito, muchas veces el dereconocer y desarrollar la capacidad de escoger mis pensamientos.
Aprendiendo sobre Mindfulness descubrí que la neurociencia demuestra que nuestros estados mentales se traducen en relaciones neuronales, cuando estos estados mentales se vuelven consistentes resulta en relaciones neuronales más duraderas en el tejido cerebral.
Por lo que empecé a prestar más atención en mis pensamientos, reconociendo esas relaciones neuronales o patrones que había establecido basado en experiencias, principalmente negativas, me descubrí llena de miedos y bloqueos.
Lo que sucede si siempre se piensa lo mismo es que se repiten las mismas experiencias una y otra vez, de los 60000 a 70000 pensamientos que tenemos al día el 90% son los mismos pensamientos del día anterior. Lo que quiere decir que nuestra personalidad, que es el filtro a través del cual experimentamos nuestra realidad personal, está basada en esos pensamientos.
Cuando comenzamos a cambiar nuestros pensamientos del miedo por pensamientos del amor, nuestro cerebro comienza a adquirir nueva información y éste comienza a crear nuevas conexiones en tiempo real, a esto se le llama Neuroplasticidad. Un proceso que no posee restricciones de edad y hasta podemos crear nuevas neuronas que es el proceso de Neurogénesis. Con cada nuevo pensamiento se van creando nuevas redes en nuestro cerebro, la comunicación bioquímica cambia, modifica su cerebro a nivel funcional y estructural, y al hacerlo emerge una nueva mentalidad. Este es el primer paso para crear una nueva visión interior, esta visión interior conduce a nuevas acciones y por lo tanto nuevos resultados.
En el proceso de crear consciencia de nuestra visión interior o, en otras palabras, reconectarnos con nuestro maestro interior (el espíritu santo, la fuerza de los Jedi, la luz en su interior, el Dios que está en usted) reconozco fundamentales los siguientes aspectos:
Primero realizar preguntas esenciales: acerca de quiénes somos y que queremos para nosotros? qué nos guía nuestro maestro interior como un camino? y con solo hacer estas preguntas ya nuestro cerebro comienza a almacenar nueva información, el lóbulo frontal del cerebro que está conectado al resto, obtiene la información y comienza a buscar soluciones e información , respuestas, creando nuevas ideas, estas nuevas ideas es lo que refleja nuestra visión interior, y como nuestro cerebro no distingue lo que es real de lo que no, comienza a establecer nuevas conexiones, y a partir de este proceso inicia la transformación.
El segundo aspecto es la respiración. Al conocer el funcionamiento de nuestro cuerpo físico logramos entender que las emociones y acciones con las que creamos nuestra personalidad, y en extensión, nuestra realidad; son activados por el sistema nervioso. En función de las señales ambientales que capta, el sistema nervioso modifica nuestra biología en tiempo real. Gracias a estos nos sentimos de determinada forma, así es como el sistema nervioso se ajusta al entorno. Es importante destacar que nuestro sistema nervioso tiene una tendencia natural a rastrear amenazas y recibe estas señales desde los pensamientos y no desde los sentidos. La función del sistema nervioso simpático es garantizar nuestra supervivencia, por esto se centro en detectar aquello que nos pone en peligro y reaccionar de manera acorde para protegernos.
El entrenamiento en el desarrollo de la conciencia sobre nuestros pensamientos requiere de esfuerzo y perseverancia, la respiración puede enviar señales de seguridad al sistema nervioso, y éste a su vez activa la función de crecimiento o respuesta de relajación a través de el sistema nervioso parasimpático. La sangre comienza a fluir en el torso y la cabeza, hacia los órganos y funciones de crecimiento, liberamos neurotranmisores saludables como la dopamina, oxitocina y serotonina. De esta manera nuestras funciones orgánicas operan óptimamente y podemos concentrar nuestra atención correctamente y así decidir con mayor conciencia nuestras acciones.
La práctica del Yoga no solo contribuye a calmar nuestra mente, sino también, contribuye a que mejore nuestra relación con la respiración. Nos brinda las herramientas que necesitamos para crear conciencia de nuestros pensamientos y por consiguiente responsabilidad sobre la realidad que estamos creando.
Jamie Sol
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